4 Acciones para Implantar una infalible cultura de Innovación en la Empresa.
Es posible que tú o tu empresa hoy sean depositarios del “éxito” al finalizar este primer trimestre del año, sin embargo, si no existe la capacidad de renovarse con frecuencia de manera esencial, la buena fortuna puede tener fecha de caducidad, de modo que para aprender a mantenerse vigente en cuanto a Innovación se refiere, en Innovación Gráfica se comparten los siguientes cuatro puntos…
Y sin duda, para permanecer en la jugada es muy importante educarse en materia innovación, el cual es un atributo algo escaso en México y en términos generales, en el ámbito latinoamericano, quizá derivado las deficiencias en los sistemas de instrucción y educación formal de la región.
No por ello, tal situación regional debiera dar una excusa para resignarse o estar ajeno al ejercicio de refrescarse de forma incesante, ya que de cualquier forma, la naturaleza de la innovación es efímero si no se trabaja de manera perenne. Debe ser un ente vivo y si se piensa lo contrario, sólo hay que revisar los casos de Palm Pilot o Kodak (que esta semana anunció su nueva incursión en el mercado de teléfonos móviles).
En un sentido positivo y contrario, lo que sucedió con Adidas durante los pasados quince años, es un ejemplo en favor de la profesionalización de la creatividad en las empresas, que de estar prácticamente relegada durante los 80’s y 90’s, gracias a la innovación, resurgió para estar a la vanguardia, junto con Nike, en el mercado de la ropa deportiva.
Con lo anterior se muestra que la creatividad y la innovación son virtudes que no deben limitarse sólo a las empresas creativas por definición, como agencias de publicidad, diseño, BTL, al arte o la producción de cine o TV, sino que cabe en toda compañía y toda persona.
Así que para propiciar el pensamiento innovador en las organizaciones y la gente, se pueden implementar las cuatro acciones que se relacionan a continuación:
1. Diagnosticar el nivel de innovación
Primero es relevante saber en dónde está uno situado en producción de innovación. Para ello hay que responder con toda honestidad a las siguientes preguntas: ¿cuántas ideas nuevas fueron puestas en acción durante el año? ¿cuántos nuevos centros de ingresos fueron generados? ¿cuántas personas aportaron nuevas ideas? ¿quiénes dentro de la organización detectaron necesidades nuevas en el mercado, por comentarios del público o quejas de clientes y dieron una solución? ¿qué tan frecuentemente existen reclamaciones o comentarios sobre un mismo tema y qué se hace para resolver? ¿quiénes y cuántas son las personas que dan nuevas ideas para ofrecer nuevos productos o servicios o dan con nuevas soluciones a problemas de operación? ¿qué tan abiertos son los miembros de la organización a escuchar nuevas ideas y se brinda oportunidad a nuevos experimentos para apoyarlos hasta sus últimas consecuencias?
En función de dichos cuestionamientos, es verdad que cada empresa tiene su propia dinámica, pero resulta fácil intuir qué empresa es proclive a dormirse en sus laureles y cuál se renueva así misma de modo intrínseco.
Como parámetro mínimo en términos de innovación, lo deseable sería que la empresa pudiera desarrollar por lo menos un nuevo concepto una vez al año, y claro, todo por arriba de eso suena mucho mejor. Puede ser por semestre, trimestre o mensual, dependiendo de las capacidades de la firma.
2. Crear una cultura de innovación
Esto se dice muy fácil, pero es un factor que apunta a modificar ciertos patrones en todas las estructuras de la organización. No es fácil ni a la primera.
En principio de cuentas, resulta necesario establecer un rumbo estratégico para la innovación y como ejemplo, en las empresas más avanzadas del mundo, se cuenta con un departamento de investigación y desarrollo; en otras que dependen menos de las ciencias, adquiere el nombre de desarrollo de nuevos negocios o unidad de análisis para… entre otros (Disney tiene uno de los mejores laboratorios del mundo). Y para retos de carácter interno, puede denominarse como de reingeniería organizacional.
Adicionalmente, resulta recomendable ofrecer a esa división nutridas raíces financieras, mediante la asignación de una partida presupuestal, lo cual apunta al futuro de la firma, garantiza su profesionalismo, continuidad y obtención de resultados.
Para las compañías más avanzadas en ese terreno, se llega a contar con partidas de hasta el 7 por ciento de las ventas anuales (en donde a veces se incluyen los esfuerzos de mercadotecnia), pero si se comienza con una proporción que ronde entre el 0.8 y el 3 por ciento, con seguridad se tendrá una buena base sobre la cual iniciar… potencial que, claro, puede incrementarse si los márgenes de utilidad son más robustos y lo permiten.
Otro punto significativo es la formalización de programas de capacitación continua para introducir a todo el personal en el desarrollo de las capacidades de innovación, aunado a otros sistemas de instrucción que ayuden a los empleados a mejorar su inventiva (en todas las áreas de la empresa es útil contar, por lo menos, con un mentor y un aprendiz en innovación), al final, como se ha comentado en otras colaboraciones, en la información radica la materia prima de la creatividad.
De manera paralela, también el área de selección de personal debe tomar cartas en el asunto, de forma que en sus criterios para la incorporación de nuevo talento, es necesario que busque los mecanismos para detectar en los candidatos su orientación hacia el pensamiento innovador y la materialización de resultados.
3. La culminación del culto a la personalidad
Aquella firma que se ha creado alrededor de una gran mente creativa e innovadora, cuenta con un activo invaluable que debe capitalizar. No obstante, si ese gran innovador por diferentes circunstancias llega a faltar, la salud de la firma puede estar minada.
El gran líder creativo puede ser el corazón de la innovación en una empresa, pero mal haría si no hace todo lo posible por contagiar al resto de sus colegas en la organización para la irradiación de ese talento. Se trata de hacer escuela o de manera similar a como un equipo de futbol apuesta por su cantera y no se conforma con sólo tener al mejor jugador del orbe por unos cuantos años. Es un tema de continuidad.
Por lo tanto, las compañías interesadas en su futuro, deben apostar por la formación de la siguiente generación de talento y el gran innovador debe ser el coach y el inspirador para sus colegas.
4. Espacio para la reflexión
Si todo el personal que trabaja en la empresa se dedica sólo a operar en el momento, a cumplir con los objetivos y las cuotas establecidas, de modo que no tiene espacio para la reflexión, pues va con rumbo a la obsolescencia.
La gente que dedica todo su tiempo de trabajo a resolver la problemática cotidiana y que no tiene tiempo para otra cosa, poco provecho podrá sacar de las conversaciones con el público o los clientes. Esto tiene mucho que ver con la apertura mental y con el hábito de analizar las señales que manda el mercado en función de su futuro.
Hay que estar atento y es por lo anterior que debe solicitarse a todos los miembros de la organización que dediquen un tiempo determinado a parar sus operaciones y a reflexionar sobre las soluciones a las distintas problemáticas a las que se enfrenten cada día.
Puede crearse un espacio especial para ese momento, algo medianamente relajado como ha hecho Google, y solicitar algo tan sencillo como una determinada cantidad de minutos del día de trabajo (10 minutos o poco más) para el pensamiento creativo como hace 3M desde hace décadas, para responder a preguntas como ¿qué nuevas cosas se pueden hacer? ¿de qué forma se puede mejorar el negocio o el funcionamiento del área? ¿cómo podremos revolucionar nuestra industria de manera diferente?
Así que es momento de darle una buena sacudida a la empresa, a pesar de que en la actualidad se tengan buenos resultados, básicamente para garantizar el futuro, mediante la profesionalización del pensamiento innovador, no vaya a sucederte lo mismo que la pasó a Blockbuster.