Gestiona el Espacio en tu Tienda y Vende más.
Gestionar el espacio es importante, ya que nuestro local nos cuesta dinero, ya sea en alquiler o en propiedad. Como bien sabemos, el objetivo de un espacio comercial bien organizado es que las personas que entran en nuestro comercio tengan acceso a todos los productos, recorran todo el espacio y acaben comprando, o bien, que compren algo más de lo que tenían pensado.
Para analizar cómo es nuestro espacio lo primero que debemos saber es, qué parte destinamos al público (la sala de ventas) y qué parte a almacenes y servicios. Es una de las partes más complicadas de la implantación de espacios comerciales, pero ¿por qué?.
El lugar y costo del local: No es lo mismo el costo de un local en una calle céntrica de una gran ciudad que uno en un barrio o pueblo. Si el local elegido es caro, merece la pena pensar en otro local complementario para el almacenaje, en una zona en la que los costos sean más económicos, y pensar en dedicar la mayor parte posible a la sala de ventas (entre el 90% y el 75%, en función del tamaño total). Esto nos hará pensar en los costos de logística en el traslado de almacén a exhibición.
La actividad también condiciona: Por ejemplo, una carnicería con obrador propio, cámaras frigoríficas, de congelados, zonas de preparación en caliente, etc., necesita unos cuantos metros cuadrados para cada uno de estos servicios. Sin embargo, en una tienda de regalos, en la que lo ideal es que todos los productos estén expuestos y al alcance de los clientes, necesitaremos un almacén mínimo.
La forma del local: La arquitectura del local suele marcar a veces qué zona podemos destinar al público: columnas, escaleras, estrechamientos….Una vez que tenemos delimitado el espacio de nuestra sala de ventas, tenemos que tener en cuenta los siguientes elementos.
La entrada y el acceso: tiene que ser visible desde el exterior, amplia, sin barreras, que sea una invitación a entrar. En función del tamaño del local deberá permitir que puedan cruzar por lo menos dos personas. Ten en cuenta que la ubicación de la entrada debe facilitar el recorrido natural de los clientes por el local.
La zona caliente: Es la que los clientes recorrerán de forma “natural”, junto a la entrada y a la derecha del local.
La zona fría: Es la que queda fuera de la circulación “natural” de los clientes, lejos de la entrada, al fondo a la izquierda.
Mostradores: Si los ubicamos en la zona fría conseguiremos hacer que los clientes recorran toda la tienda. En función del número de personas que trabajamos en el negocio, es posible que desde el mostrador debamos tener visible toda la tienda.
Probadores o zonas de degustación: Si los localizamos la zona fría sirven para atraer a los clientes y mejorar la circulación en nuestro local, es decir, que todas las zonas de la sala de ventas sean más rentables.
Otros elementos: Cualquier otro elemento que nuestro negocio requiera debe ser ubicado según su utilidad y la relación que tiene con el cliente.
Analizar bien el espacio para sacar el mayor partido del mismo es una tarea que podemos confiar a un equipo de expertos en marketing en el punto de venta, existen muchas agencias que pueden ayudarte y empresas como Innovación Gráfica que asesoramos en función de la Promoción y Atractivo del Punto de Venta.
No se trata de reformar todo, sino de que los elementos de los que disponemos estén correctamente ubicados.¿Qué opinas? ¿Cómo gestionas el espacio de tu comercio?.